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Writer's pictureXavi Quirós

Snowboard Tips con Paco Valenzuela - Como mejorar con miedo

¿Quien no ha sentido miedo alguna vez al enfrentarse a lo desconocido? Todos lo hemos sentido y quien diga lo contrario miente, o eso creo yo.


El snowboard es un deporte donde el miedo está siempre, deja que me explique. Incluso antes de subir a la tabla por primera vez, alguien te dice que le des la espalda y mires hacia el otro lado para darte un empujón inesperado y así decidir que pie vas a llevar delante.


Día uno, te colocas la tabla y te atas los dos pies, esto limita al 100% tu respuesta móvil, pierdes totalmente el equilibrio y te mueves sin control. Todo muy “cool” para no tener miedo y si ahora te digo que he leído un artículo en la prensa que hablaba de un extraño y antiguo método de tortura descubierto por unos arqueólogos en Suecia. La tortura consistía en atar los pies del prisionero a una tabla de madera en lo más alto de una montaña helada, darle un empujón y a rodar...



Piensa en un “rider” primerizo, tiene miedo, desconoce totalmente el deporte, el entorno y el equipo, cree que se va a matar... Ahora en un rider profesional que se enfrenta a un truco nuevo que nadie ha hecho nunca. En su medida el profesional también siente miedo, aunque no sea directamente a caerse o hacerse daño. Tiene miedo al fracaso, a la derrota, a decepcionar a alguien o quien sabe, también a caerse.


Xavier de la Rue dice “el miedo es necesario para evaluar tus capacidades y limites”.


Después de esta pequeña intro voy a explicarte como veo yo el miedo en el snowboard. El snowboarding es un deporte técnico que requiere la coordinación de ciertos movimientos en el momento preciso. Para poder realizar cada movimiento cuando toca es necesario concentrase. El miedo dificulta la capacidad de concentración, ocupa tus pensamientos e impide realizar los gestos técnicos de la forma adecuada. Esto ocurre a todos los niveles.


Enni Rujakärvi: “la mente es mucho más importante de lo que mucha gente piensa


Pongamos un ejemplo: La primera vez que un rider se enfrenta a un truco complejo “rail de backside fifty”, los movimientos que debe realizar para sacar el truco son:


1. Aproximación en tabla plana sin hacer curva (difícil, el rail está a su espalda y no lo ve).


2. Mantener la línea de hombros lo más paralela al tubo (difícil, el rail está a su espalda y no lo ve)


3. Flexión de rodillas correcta.


4. Realizar el salto de entrada u “Ollie Backside” correctamente.


5. Mover los brazos para equilibrarse y usarlos de guía.


6. Caer suavemente encima del modulo.


7. Mantener la mirada al final.


Ahora, vamos a imaginar la capacidad de concentración como un gráfico. Teniendo en cuenta que es la primera vez que el rider se enfrenta a este truco, supongamos por ejemplo que el miedo ocupa un 50% de su concentración (seguramente ocupe más). No quiero decir que esté concentrado en tener miedo, si no que, el miedo ocupa ese espacio y le impide utilizarlo para concentrase en el resto de gestos necesarios para la correcta ejecución del truco.



Si nos fijamos el “espacio mental” que nos queda para pensar en cada uno de los movimientos necesarios es mínimo. En cambio, el espacio que ocupa el “miedo” es muy grande. Lo ideal sería poder eliminar el miedo, pero eso no es posible.


Pero no todo son malas noticias. ¿Qué podemos hacer los entrenadores para liberar del miedo?


Podemos hacer que nuestros deportistas mecanicen gestos técnicos simples, de manera que puedan dedicar “espacio” o más capacidad a otros gestos que les resulten más complejos. El movimiento de los brazos a la hora de realizar un salto de entrada u “Ollie” es uno de estos gestos fáciles de mecanizar. Se trata de un movimiento sencillo, pero con un gran aporte técnico. Los brazos son útiles para marcar la línea o el trazado que seguiremos, el brazo delantero muestra si se está alineado con la tabla y sirve como punto al que fijar la mirada. La trayectoria ascendente ayuda a despegar de forma correcta y hace que el gesto sea fluido y equilibrado. ¡OK! el alumno ya mueve los brazos de forma automática, ahora tiene un 5% de su capacidad de concentración liberada.


También, podemos generar situaciones similares a la causa del miedo para estar lo más próximo a ella sin vivirla. Trabajar de forma aislada la aproximación al módulo o a la zona donde quiera realizarse el truco, es un buen ejemplo, si pasamos X veces al lado de un rail, como si fuésemos a darle, haciendo todos los movimientos de forma 100% real, puede liberar espacio a la hora de realizar el truco por primera vez. La aproximación ya no da miedo, ya la hemos vivido, ok, ahora podemos utilizar ese “espacio” para otra cosa.


El uso de protecciones puede mejorar la capacidad de concentración. ¿Cómo? El solo hecho de llevarlas puestas aumenta la confianza, pensar que si algo falla no vas a hacerte daño, hace que el miedo disminuya y por tanto queda más “espacio” para concentrase en otras cosas.


Otra opción es enseñar a los deportistas técnicas de visualización que les transporten al momento temido, así, cuando lo hagan, será como si ya lo hubiesen vivido.



Un aprendizaje evolutivo que no provoque miedos y permita crecer, sumando pequeños “triunfos” que le llenen de optimismo es la clave, cada “victoria” permitirá a al rider aumentar la dificultad de sus trucos mientras que cada caída o “derrota” le hará perder la confianza en si mismo. Si no te crees capaz de hacerlo seguro que no que no puedes hacerlo.


Es muy muy importante escoger la dificultad adecuada para cada rider, hay una línea muy fina entre lo que parece un reto asequible y motivador, y algo que asusta y bloquea. Si se marcan objetivos demasiado ambiciosos, es probable que en lugar de entrenando, los deportistas estén desentrenando.


Se trata de aprender a convivir con una parte intrínseca de este deporte y progresar de forma inteligente.


En definitiva, si no sientes miedo no es snowboard.

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